Entrevista: William Baker: Experto en medios de comunicación.
Catedrático distinguido de medios de comunicación y entretenimiento de la escuela empresarial IESE, profesor de la Universidad Fordham de Nueva York y muchas cosas más, el currículo de William Baker es muy amplio. No en vano, este periodista natural de Cleveland (Ohio, EE UU) entró a trabajar en una radio a los 16 años. Y lleva los últimos 30 siendo, en sus propias palabras, "presidente de algo". Eso del lado profesional. El personal es tan completo o más: católico convencido, Baker es un apasionado de los faros -posee una isla en Canadá con faro propio ("salía más barato que reformar el baño de mi casa de Nueva York", dice)- y ha estado varias veces tanto en el Polo Norte como en el Sur. Además, es autor de un libro cuyo título dice mucho de sus ideales: Liderar con amabilidad. De cómo la gente buena consigue mejores resultados.
A sus 67 años, este hombre de pajarita y aire bonachón le ha dado muchas vueltas a la deriva del periodismo y a la actual crisis de la prensa, temas que tratará hoy durante la conferencia de inauguración del nuevo curso de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
¿Qué es lo que más le preocupa de la crisis del periodismo y de la prensa?
Es muy preocupante. Uno podría decir, “bueno chicos, mala suerte. Hicisteis un buen trabajo mientras duró”. Pero es mucho más complicado. En Estados Unidos hay estudios que demuestran que la prensa escrita genera el 96% de las noticias de elaboración propia. Las cadenas de televisión e Internet sólo aportan el 4%. Por eso es tan grave su colapso.
Y, sin embargo, la crisis se está cebando especialmente con la prensa.
En EE UU han cerrado 140 periódicos. Hace unos años teníamos 60.000 periodistas; ahora no llegan a 46.000. Cada mes, 1.000 más se quedan en el paro. Se están sustituyendo por relaciones públicas. Según un estudio hecho en Baltimore, el 86% de las noticias proceden de notas de prensa.
Usted subraya el papel que el periodismo juega en una democracia.
Hay una frase de Thomas Jefferson que suscribo totalmente: "Si tuviera que elegir entre tener un Gobierno sin periódicos o periódicos sin Gobierno, elijo esto último sin dudarlo". El periodismo serio es fundamental para que haya democracia, para que el público pueda decidir con criterio a quién votar.
¿Qué papel juega Internet en todo esto?
Todo el mundo se ha acostumbrado al todo gratis. Parte de la solución pasa por lograr sacar rentabilidad de la Red, pero no es la clave del problema. Por ahí no se van a sustituir las pérdidas derivadas de la caída de la publicidad y los anuncios clasificados. Hay que buscar otras cosas.
Somos todo oído.
Para empezar, habría que cambiar las leyes antimonopolio y permitir a los medios de comunicación fijar precios conjuntos. Eso evitaría la tiranía del todo gratis. En estos momentos nadie se atreve a cobrar por sus contenidos en la Red por miedo a que los lectores se vayan a la competencia, cosa que cambiaría si se fijara un precio conjunto. Además, habría que asegurar el derecho al copyright. No puede ser que una empresa pague los costes de tener a un periodista investigando durante meses un tema y que después cualquiera pueda publicarlo cambiando ligeramente el texto. No puede ser que Google, Yahoo, los blogs... se nutran gratis de sus contenidos. Finalmente, también sería importante aumentar los recursos destinados a las empresas de comunicación públicas asegurando la independencia de su línea editorial.
La prensa está en crisis y, sin embargo, cada vez hay más cadenas de televisión.
Sí, y muchos debates con gente gritándose, programas muy caldeados que aportan poca luz. No es periodismo, pero resulta mucho más barato que mandar a un periodista a investigar.
Al público no parece importarle demasiado.
Bueno, hay un concepto del que se está empezando a hablar que es la educación o la alfabetización en noticias. Es fundamental enseñar a los jóvenes a distinguir entre el buen y el mal periodismo para que tengan capacidad crítica.
Fuente: El País.com
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